domingo, 29 de noviembre de 2015


Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción

Introducción

 

La lectura que se analizara en esta ocasión es Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción (2011). Sus autores son Miguel Ángel Armella Villalpando y Ma. de Lourdes Yáñez López.

 

Miguel Ángel Armella Villalpando, biólogo por la Universidad Autónoma Metropolitana con área de concentración en zoología, maestro en ciencias y doctorado en comportamiento animal. Siempre se ha interesado por el estudio de los mamíferos, en su comportamiento y su ecología. Ha escrito varios artículos científicos y de divulgación sobre la interacción planta animal, principalmente desde el punto de vista conductual.

 

Ma. de Lourdes Yáñez López, bióloga por la Universidad Autónoma Metropolitana, maestra en ciencias y doctorada en ciencias biológicas. A pesar de que su principal enfoque profesional ha estado en el campo de la biotecnología ha colaborado en diferentes proyectos e investigaciones sobre los mamíferos en relación con su hábitat. Autora del libro “Metztitlán: lugar de la luna y de las maravillas.

 

La Norma oficial mexicana (NOM-059-2001-SEMARNAT) nos proporciona una lista de 295 especies y subespecies de mamíferos en peligro de extinción, amenazadas o al menos con problemas de conservación.  Dentro de ellos están dos grupos particularmente vulnerables: los mamíferos marinos y los grandes carnívoros. Esto se debe a la gran devastación que se ha hecho de bosques, selvas, desiertos, arroyos, playas, mares, etcétera, en los que se han destruido los hábitats de un gran número de especies.

Esto es sumamente grave, ya que de no darse un cambio en las estrategias de desarrollo, toda esta riqueza se podría perder en muy poco tiempo.

 

Desarrollo

 

Resulta muy difícil englobar las causas de desaparición de las especies, pero se puede decir que en la mayoría de ellas se debe a la destrucción del hábitat en nuestro país; se han ido deteriorando seriamente las selvas del sur, al igual que los bosques y pastizales del norte, incluyendo por supuesto playas, manglares, etcétera, reduciendo así la capacidad de los animales por encontrar sitios adecuados para su sobrevivencia y reproducción. La cacería ilegal sigue siendo un grave problema aunque ahora se cuenta con leyes más estrictas como la ley de equilibrio ecológico, apoyadas por convenios internacionales como el Convenio Internacional de Comercio de Especies (CITES).

 

Es importante destacar dos grupos, que no son los más numerosos pero sí importantes por las interacciones que tienen con el ser humano y la poca atención que se les ha prestado en sus problemáticas de conservación: los mamíferos marinos y los grandes carnívoros.

Mamíferos marinos

En nuestro país están presentes prácticamente todas las familias de cetáceos. En la familia Balanopteride (verdaderas ballenas) la NOM reconoce 7 especies, 6 de las cuales están bajo el régimen de protección especial y una en peligro; 18 miembros de la familia Delphnidae (delfines y orcas); 2 de la familia Keogidae (Cachalotes); 2 de la familia Phocoenidae (marsopas), entre ellas la vaquita marina, y, finalmente, 5 de la familia Zifinidae (ballenas picudas). Prácticamente todas estas familias están bajo protección especial, ya que han sufrido cacherías intensivas y tienen bajas tasas reproductivas.  
La contaminación de los mares y las malas prácticas de pesca también son factores para la desaparición de estas especies.  Y finalmente otra de las causas por las que las poblaciones de los animales son afectadas,  es que muchas de las playas se están transformado rápidamente en destinos turísticos.

El lobo marino de california se encuentra bajo protección especial y la foca de Guadalupe en peligro; el elefante marino aparece como amenazada; la foca común, está bajo protección especial, y la foca monje del Caribe, aparece como extirpada del medio silvestre. 


Los grandes carnívoros
Éstos se dividen en dos grupos: los pequeños carnívoros, dentro de los que encontramos a los zorrillos, las comadrejas, los cacomixtles, etc, y el de los denominados mega-carnívoros o carnívoros de gran tamaño que actúan en mayor grado con el ganado doméstico, estos conflictos se ven incrementados en número e intensidad por la destrucción de los hábitats nativos y por la destrucción consecuente de las presas tradicionales de los mega depredadores.

 

Felinos

El Jaguar ha sido reconocido como el más poderoso de los depredadores. No se conoce realmente la situación real del estado de conservación de esta especie, porque, como todos los felinos americanos, es solitario y tiene hábitos nocturnos, además de ser sigiloso por naturaleza. La caza debido a su piel, ha sido detenida hasta cierto punto por las fuertes regulaciones tanto nacionales como internacionales.

 


De los pequeños félidos el jaguarundi es la especie que se encuentra en mayor peligro de extinción,  el magray y el ocelote, están en la característica de en peligro. El lince o gato montés no aparece en la lista de la Norma oficial Mexicana  porque lo llegan a confundir con los gatos domésticos, pero en algún momento puede desaparecer debido a la disminución de su hábitat natural.

 

 

Osos

En México alguna vez habitaron las dos especies de grandes Ursidos Americanos: el Grisli y el Oso Negro. El primero aparece en la NOM-059 con el estatus de extirpado del medio natural, la principal razón de su desaparición fue la cacería indiscriminada, aunada a su bajo potencial reproductivo; el segundo, figura como en peligro, aunque recientemente varios indicios permiten suponer que esta especie puede estar presentando un regreso importante.

  

 


Cánidos

La familia de los cánidos es la tercera de los grandes depredadores. El coyote y la zorra gris no están considerados en peligro. La zorra del desierto, de la cual se reportan 6 subespecies, están todas bajo el criterio de amenazadas. El lobo mexicano está considerado como extirpado del medio natural.

 

Esta especie, tiene una subespecie prácticamente exclusiva de México: el lobo mexicano, que se encuentra en estado de conservación, actualmente la SEMARNAT  la tiene como una de las especies prioritarias para la conservación. Los esfuerzos por su recuperación se vuelven todavía más importantes ante el cambio de actitud para reconocer que su desaparición, como la de cualquier otra especie, es una pérdida irremediable, mientras que los programas para recuperar ésta se hacen necesarios.

 

Conclusiones

 

Como pudimos darnos cuenta, los mamíferos siempre serán una parte importante en la ecología de los ecosistemas que habitan. Siendo por el incremento en la población humana, y la destrucción intensiva de las zonas naturales, en gran medida por problemas de corrupción y la falta de compromiso con la naturaleza, la reducción de los hábitats donde viven.
Si bien el cambio de actitud mostrado por algunas autoridades y la existencia de leyes e instrumentos jurídicos, permiten albergar la esperanza de que muchas de las especies encontrarán refugio para estar a salvo y sobrevivir, es claro que solamente a través de la educación ambiental de la población, el ecoturismo, y los aprovechamientos sostenibles, se encontrarán estos sitios de manera más sencilla.

 

 

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